lunes, 15 de junio de 2015

El último cambio

Durante la estadía en el cine, conocí a muchos amigos y con el tiempo, entablé amistades con casi todas las personas que trabajaban en el lugar. Recuerdo que siempre, plan de 9 de la noche, la señora encargada de la limpieza hacía su aparición para pedirme los implementos que faltaban cambiar en los servicios, a lo cual yo accedía amablemente a llevarle. Es curioso que recuerde esto, pues nunca supe su nombre.

Sucede que cierta vez, la señora de limpieza no apareció como solía presentarse a la hora usual; por lo que me extrañó un tanto. No le pregunté a nadie y lo dejé pasar, es más, ese día yo hice el cambio en los servicios. Al día siguiente recuerdo que fue jueves -día de mi descanso semanal- por lo que acudí al cine el día viernes en mi turno de cierre, el cual cubría el fin del turno de la señora de la limpieza; por lo que supuse que la vería.

Y en efecto, así fue, la señora apareció como todos los días a pedirme ciertas cosas para el baño. Dejé a mi compañero en mi puesto, fui al almacén y saqué lo que la señora me había pedido. Pero al volver, sólo estaba mi compañero y la señora ya no estaba esperando.

Le pregunté a mi compañero a donde se había ido, a lo que me respondió extrañadísimo -"¿De quién hablas tío?". La conversación, continúa una vez más, como prosigue:

- «La señora de la limpieza pues».

- «¿Qué hablas? Esa señora ya no trabaja aquí, el lunes viene una nueva»

Su respuesta me petrificó.

Me sentí como siempre quise sentirme: como en una película de terror. No le pregunté a nadie más sobre el porque del cambio de la señora, es más, no atreví a cuestionar lo que había visto. 

Cabe resaltar que cuando fui al baño con los implementos que en vano había sacado del almacén, todos efectivamente hacían falta, excepto el jabón líquido; el cual había en exceso. Al volver sobre mis pasos hacia el almacén, ví que la fecha de vencimiento del frasco de jabón líquido era tan sólo en una semana; al igual que todos los frascos que habían en el almacén.

Por alguna razón no dije nada al respecto, me imagino que alguien ya se daría cuenta de ello en los próximos días al revisar los check list.

Luego de eso, no volví más al cine, pues ese día fue mi último día de trabajo.

¿Casualidad? No lo sé

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